Por: Antonio Rosas
IG: @tonnytoca
Hace algún tiempo, más o menos como tres años, empecé una relación con una chica de mi vocacional; Compartí varios momentos bellos con ella y me apoyaba en todo.
Hubo una vez que viajó con su familia a Estados Unidos y me mandaba fotos de los tenis que veía en distintas tiendas porque sabía que soy muy fan de la cultura de los Sneakers. Pase tres semanas sin verla y al regreso, ella me sorprendió con un par de Air Max. La verdad es que me quede sin aliento cuando me los entregó.
En ese momento era el par que más quería y ella me lo había obsequiado, solo recuerdo que me sonroje y brinqué de la felicidad. En ese momento yo no tenía el dinero suficiente para comprarme un par así; Me sentí muy halagado por el gran gesto. Eso pasó algunos días después del Air Max Day del 2014, llevábamos seis meses de relación y estábamos cerca de cumplir siete.
Hasta la fecha aún conservo esos tenis, desafortunadamente mi relación terminó hace un par de meses. Se escuchará un poco trillado o raro, pero el ponerme este par me hace recordar algunas cosas que pasamos en ese lapso.